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Isidoro mAiquez

Isidoro Máiquez nació en Cartagena, el 17 de marzo de 1768 y murió en Granada, el 18 de marzo de 1820.

Hijo de cómicos, a pesar de que su padre se oponía a que continuase la tradición familiar, empezó muy joven a actuar en teatros de diversas capitales españolas.

Joven Isidoro Máiquez pintado por José Ribelles.

Museo del Romanticismo

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Plano del Teatro el Príncipe.  

Actualmente su espacio es ocupado por  el Teatro Español.

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Consiguió una ayuda de cuatrocientos reales mensuales para viajar a París.

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En París se formó con François-Joseph Talma. 

Fueron meses difíciles porque el dinero era insuficiente y aunque su mujer, Antonia Prado (también artista) y amigos ayudaron, París era una ciudad muy cara.

Pero el viaje mereció la pena...

A su regreso, Máiquez devolvió todo lo aprendido a los amantes del teatro.

Modernizó y revolucionó la escena en España. 

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Otro de los teatros donde actuó Isidoro Máiquez  fue el Teatro Coliseo de los Caños del Peral impulsado por Felipe V y llamado así sí  por levantarse próximo a unos lavaderos. 

Medidas impulsadas por Isidoro Máiquez en el teatro

- Impuso una interpretación naturalista cuidando mucho el vestuario y los decorados.

- Creó la Escuela Nacional de Declamación. 

- Prohibió comer naranjas y confituras en el teatro o beber agua en medio de la representación.

- No permitía hablar al público cuando se representaba la obra. 

- Elevó la categoría del director.

- Dignifico el trabajo de artista e impuso la moda de anunciar los nombres de estos en los carteles de las obras. 

- Prohibió los vendedores ambulantes en los teatros.

- Implantó  funciones nocturnas.

- Suprimió la figura del gracioso, una persona que anunciaba las siguientes representaciones. â€‹

Máiquez admiraba a Shakespeare y como homenaje debuto, a su regreso en Madrid en 1802, con  Otelo.

Su éxito fue tan clamoroso 

que se convirtió en el gran actor de la escena española.

El propio Talma llego a afirmar que Maiquez era el mejor Otello de historia. 

Isidoro Máiquez caracterizado de Otelo. 

Litografía de José Ribelles. Museo del Romanticismo

Carlos Larrañaga caracterizado

como Isidoro Máiquez en la película  

"Sangre de Mayo".

El carácter altivo y orgulloso de Máiquez, su seriedad en el trabajo y la envidia de sus compañeros le enfrentaron con otros actores y amigos, e incluso con Godoy, siendo desterrado de Madrid en 1805 por:

"revolucionar las compañías de actores con sus ideas tumultuarias de hombre inquieto y arrojado".

Fíjate como describe Benito Pérez Galdós a Maiquez. 

"El del Príncipe estaba ya reconstruido en 1807 por Villanueva, y la compañía de Máiquez trabajaba en él (...)  Los galanes secundarios valían poco, porque el gran Isidoro, en quien el orgullo era igual al talento, no consentía que nadie despuntara en la escena (...)"·

Pérez Galdós, Benito. Episodio Nacional n.º 2 serie 1. La Corte de Carlos IV. Cap.IV.

Lo cierto es que Máiquez era una persona excepcional: escritor, actor, director de teatro, maestro de jóvenes actores y con una gran vocación y alto  concepto de su profesión.

Maiquez retratado por Goya 

Museo del Prado

En 1807 Máiquez fue retratado por Goya. ¿Qué se dirían estos hombres?. El mejor pintor del momento y el actor más famoso!!!

El retrato que pintó Goya debía permanecer en la Academia de San Fernando.

  

Poco sabían ambos lo que la suerte les deparaba. En 1808 estallaba la guerra de independencia.

Ante la entrada de las tropas napoleónicas dirigidas por Murat en Madrid, Máiquez salio del teatro para defender la capital.  

Perseguido por los franceses, logró huir a Granada y más tarde a Málaga donde fue apresado e iba a ser enviado a Francia como "preso político".

Cuando José Bonaparte supo de la orden, como buen amante del teatro, no sólo lo liberó para que siguiera actuando en la capital sino que además le concedió una pensión de 24.000 reales. 

Litografía de José María Avrial y Flores basada en el retrato que Goya hizo de Máiquez (1842). 

Máiquez aprovechó el teatro como vehículo de expresión y defensa de la libertad política. 

Sus obras cuidadosamente escogidas se volvieron todo un desafió a la ocupación francesa como sus representaciones de Numancia.

Fernando VII en un campamento

 Goya

Museo del Prado

Cuando en 1814 regresó Fernando VII al trono de España, Máiquez pensó que lo peor había pasado. 

Pronto se dio cuenta que la vuelta del monarca implicaba el retorno del absolutismo.

Las continuas críticas al monarca le valieron la cárcel acusado de "liberal" y, más tarde, el destierro de  la corte en 1815, primero en Ciudad Real y después en Granada, donde murió el 17 de marzo de 1820.

Para terminar, te invitamos a conocer la Cartografía de Teatros de Madrid elaborada por la Fundación March.

© 2017-2018 Ana Cuadrado Teresa Valdivieso y la coordinadora: Silvia López

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